Cuando se está preparado para alcanzar el éxito, llega la inspiración, pero sin una dirección no vamos a ningún lugar. Mirar el entorno con otra perspectiva permite identificar oportunidades y áreas susceptibles de mejoramiento.
Las normas internacionales de calidad dejan claro la importancia del proceso de medición y análisis; hay que buscar las oportunidades y no el confort porque es preferible maximizar las probabilidades de éxito como pensamiento que minimizar el riesgo como norma.
Es importante para el ser humano poner todo el énfasis en los resultados, independientemente de que la situación no sea la más favorable; el lado positivo de las cosas; esperar lo mejor.
En la venta, la responsabilidad es un valor fundamental para el éxito, ya que permite desarrollar habilidades que no suponíamos que existían.
Se abren puertas, nuevas oportunidades, las personas, los clientes, vendedores y directivos nos identifican por la seriedad con que asumimos el trabajo. El vendedor debe enfrentar los retos con sus propios recursos y en cualquier contexto, eso le permite desarrollar más confianza y sentido de responsabilidad: somos dueños de nuestro destino; dando lo mejor de nosotros nos colocamos en una posición idónea para el próximo paso.
Concentrarse en los aspectos positivos hará que las actividades se realicen satisfactoriamente. Lo que te suceda diariamente y el resto de tu vida, te acercará más a la meta y al éxito. Asumir ese pensamiento permite encontrar lo mejor en cada situación.
En ocasiones, por difícil que parezca alcanzar resultados, siempre hay un bien que recibir en el esfuerzo; el esfuerzo sistemático enfocado permite ser una persona virtuosa. Cuando actuamos con buenas intenciones somos recompensados; hacer el bien debe ser un imperativo del ser humano. Encuéntralo y tu actitud tomará una dirección positiva.
Enfrentar los problemas que se presentan con espíritu positivo nos hace crecer, desarrollarnos y conquistar cada una de nuestras metas.
Los logros que alcanzamos son consecuencia de la forma en cómo nos presentamos y actuamos en el momento en que nos toca vivir, todo evoluciona y lo que ayer funcionaba con total éxito, hoy puede brindar resultados diferentes.
Dicen que si se pone una rana encima de un cubo con agua hirviendo, ella saltará, pero si tomamos un cubo con agua fría y lo ponemos en una estufa y la encendemos, y se pone la rana dentro del cubo, ella se quedará. El agua gradualmente comenzará a calentarse y posteriormente hervirá; la rana se moriría porque su metabolismo está dotado para cambios bruscos, pero no para los graduales.
En tiempos de cambios es fundamental ver la vida con otra perspectiva. Albert Einstein planteó: “Los problemas significativos que enfrentamos no pueden ser resueltos al mismo nivel de pensamiento que estábamos cuando los creamos”
El comportamiento de un vendedor no tiene por qué estar subordinado a las circunstancias; no son víctimas de ellas, con esfuerzo concentrado podemos transformarlas. Muchos prometen hasta lo imposible para lograr reconocimiento y aceptación; la diferencia en este mundo está estrechamente ligada a la persona que actúa.
Aléjate de aquellos que no ven los rayos del sol, que su mirada está centrada en las manchas, en los defectos y no en lo mejor que tiene el ser humano. Cuando tenemos prosperidad en los negocios y dinero, muchas amistades se acercan, pero en medio de situaciones difíciles, en lo adverso, conocemos los verdaderos amigos.