En algunas ocasiones hemos escuchado como existen historias en donde ciertas empresas familiares se han mantenido en el mercado mostrando un crecimiento considerable en el giro ó sector del cual forman parte. Sin embargo también escuchamos que esto tiene un gran peso por el trabajo desarrollado por el Director o Dueño de la empresa, cabe aclarar que dentro del contexto de empresa familiar, la mayoría de estos directores o dueños de empresas desempeñan su rol de Padre dentro de la Familia, pero, ¿Qué sucede cuando uno de los hijos o bien varios hijos desean incorporarse a la empresa?.
Cuando llegan nuevas generaciones en la empresa familiar, existe mucha confusión por ambas partes, es decir, tanto el papá tiene el temor de soltar ciertas responsabilidades a los hijos, ya que piensan que las funciones ya no se realizarán de la manera correcta; mientras que por otra parte, los hijos perciben que los procesos, operaciones ó productos son algo obsoletos al mercado actual; en sí no existe una varita mágica que permita cambiar la percepción de ambas partes, pero, ¿Qué sucede en estos casos?.
Es muy importante que para llevar a cabo una transición natural no solo de puestos, si no de cuestiones de poder en la empresa con las siguientes generaciones se defina un protocolo de la empresa familiar, de tal manera que este le permita establecer las bases o reglas de los integrantes que forman parte y participan dentro de la empresa.
Es importante mencionar que estas reglas no son establecidas por un solo integrante, sino por la comunicación, diálogo y negociación entre todos los integrantes de la familia.
Las reglas establecidas en este protocolo se relacionan con tres aspectos principales, los cuales son la FAMILIA, la EMPRESA y el PATRIMONIO, de tal manera que se garantice la continuidad de la empresa familiar.
Sólo la familia empresaria debe decidir quién o quiénes participarán en la propiedad de la Empresa Familiar, sobre todo considerando que es necesario establecer acciones de la misma para que no se repitan casos que ya existen y en donde la falta de comunicación han acabado con las Empresas Familiares.
La principal pregunta que haría a los papás y/o directivos de este tipo de empresas sería: ¿Quién deseas que dirija la empresa en caso que ya no te encuentres en posibilidades de hacerlo?, estoy segura que varios emprendedores o empresarios se quedarían reflexionando acerca de este tema.
El trabajo en el diseño de un adecuado protocolo familiar permitirá eliminar o evitar diferentes, problemas, desacuerdos y malas suposiciones con entre los integrantes de la familia, sobre todo porque se definirían las “reglas del juego” buscando asegurar la continuidad de las Empresas Familiares a través de las siguientes generaciones.