El gerente como fuente de inspiración en tu empresa

gerente

Cuando se medita sobre la realidad del gerente o los gerentes que se han visto en acción, es perceptible que algunos tienen esa cosa tan particular de atracción que hemos llamado carisma y que no tiene explicación, es difícil sin embargo despegarse de la realidad de que esas personas no son en verdad líderes, lo cual confunde aún más el panorama.

Es evidente que hay una primer diferencia entre el líder y el gerente que es la fuente del poder que tienen uno y otro. Esta es una distinción que condiciona de tal manera toda la relación, que es definitiva.

Sin embargo hemos conocido gerentes que consiguen entusiasmar a las personas, que consiguen arrastrar a las personas tras ciertos proyectos que inclusive pueden parecer poco realistas.

Aquí hay una cuestión primera, ¿Que es el entusiasmo del gerente?

Una persona puesta al frente de un grupo de trabajo, que tiene un cierto entusiasmo por algo, es evidente que tendrá mejores perspectivas de entusiasmar al grupo que aquel que no tiene entusiasmo.

Ambos pueden ser muy buenos conductores, lo que es más, aquel que no parece tener entusiasmo tiene un carácter empecinado y firme que lo lleva a mayores éxitos que el otro, es decir que de ninguna manera afirmamos que sea una condición del gerente el entusiasmo, porque el gerente no tiene porque lograr el arrastre de la gente tras el.

Lo que es más, es preferible que no lo haga como el líder en el sentido más específico de la palabra, es decir que logre el entusiasmo hacia el gerente, sino que es preferible que logre el entusiasmo hacia la tarea.

Lo que se espera del gerente es que motive a la gente para hacer ciertas cosas, para lograr ciertos objetivos. Esto puede o no hacerse entusiasmándolas con el proyecto o entusiasmándolas a partir de uno mismo.

Esto puede hacerse sabiendo ser participativo, apelando a la creatividad de las personas, dando buenos motivos para que la gente se divierta haciendo el trabajo.

No hay porque lograr el entusiasmo con el gerente ni siquiera hay que lograr el entusiasmo, a menos que digamos que no se puede estar motivado sin estar entusiasmado, lo que entendemos como dos estados de ánimo diferentes que pueden ser complementarios pero no mutuamente imprescindibles.

Sin embargo algunos gerentes entusiasman a la gente tras el proyecto de la empresa que aparece como si fuera propio y otros entusiasman a la gente tras un proyecto de la empresa sin pretender que es propio.

Algunas personas pueden tener más carisma que otros, algunas personas pueden lograr atraer a otros hacia un proyecto basados en su personalidad y no en el proyecto, lo que parece es que un gerente puede tener carisma en ciertas medidas que no son las que tiene el líder.

Lo que ocurre en ocasiones es que el gerente empujado por su entusiasmo, por su narcisismo o por ambos, trabaja sobre la base de su carisma logrando la adhesión de los demás a su liderazgo como si el proyecto fuera suyo.

“Ha sido una herramienta muy importante y útil para nuestro crecimiento ya que nos ha facilitado nuestros procesos en todos los niveles y con una atención personalizada excelente”.

Edith Ávila Alcaraz

Asistente de Dirección | Industrias Force

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