Los primeros pasos para comenzar con tu ahorro

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Cuando una persona gana más de lo que gasta, tiene un ahorro que pasa a formar parte de su patrimonio. Toda la humanidad busca cómo aumentar su patrimonio y nadie hasta ahora ha descubierto otro camino realista y sostenible que no sea ganar más de lo que gastamos.

El ahorro es el único medio lícito, seguro y sustentable para que las personas y las empresas aumenten su patrimonio. Salvo raras excepciones, en el mundo moderno los ahorros se invierten o se guardan en un banco o en una empresa; las personas también pueden adquirir con ellos algo que tiene valor y que lo conserva o lo acrecienta.

Todo ahorro, de quien sea, le sirve a alguien más. Imaginemos a un hombre muy rico y muy conservador, que tiene todo su dinero en el banco. El banco usa ese dinero para prestarlo al gobierno, a otras empresas o a personas para sus necesidades. Sin ese dinero del ahorro de otro, el banco no podría prestar; los bancos prestan el capital que invierten sus socios/dueños, pero esto es sólo una pequeña parte: el dinero adicional y principal que prestan es el ahorro que captan.

A todos nos conviene que sean cada vez más las personas que ahorren y depositen su dinero en bancos, para que éstos, a su vez, lo puedan prestar a otros. Esos préstamos, bien invertidos por quienes los toman, generan más empleos (como cuando sirven para crear empresas o negocios) o le permiten a la gente comprar bienes y servicios (adelantar sus compras y darles uso, en lugar de esperar hasta ahorrar lo suficiente), lo cual aumenta la demanda de los bienes y servicios que producen otras empresas y, de paso, también los empleos.

“El ahorro se consigue a través de una buena planificación patrimonial, aunque en muchos casos es mejor acudir a con un asesor financiero”

Está comprobado, y es un principio básico de economía, que mientras más ahorro más desarrollo hay y serán mayores las posibilidades de que suban los sueldos promedio. Si crece el ahorro aumenta la oferta de dinero y, por ende, bajan las tasas de interés. Al bajar estas últimas, las empresas pueden invertir en bienes más caros y en mejores tecnologías que incrementen su productividad, o bien, hacer inversiones a mayor plazo, que también incrementan la productividad de un país.

La productividad significa que producimos más y más barato, lo que también se refleja en mejores sueldos aun para quienes no ahorraron. Lo que no se vale es gastar más de lo que se gana, porque esto deshace y consume el ahorro y así se reducen los empleos. Una persona o una empresa que pierden dinero quema la riqueza, reduce los ahorros y eso se traduce en menos oportunidades de empleo para los demás.

Las personas, las familias, los países, sólo pueden ser más ricos y tener mayor patrimonio y mejores ingresos mediante el ahorro y la inversión adecuada, productiva, de esos ahorros (gastar es diferente de invertir). No se puede ser más rico gastando más de lo que se gana.

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