Todos los que tenemos la ambición de comprar algo en la vida que no nos alcanza con el dinero que tenemos ahorrado lo hemos hecho bajo una disciplina de cuidar nuestros impulsos por no tocar nuestros ahorros para comprar algo que nos gustó en ese momento, sacrificamos el beneficio del corto plazo por el de largo plazo.
son muy pocas las personas que dicen:«Tengo mi dinero invertido en….» en lugar de decir: «tengo mi dinero ahorrado en…», y la poca gente que invierte su dinero, lo hace en instrumentos tradicionales de bajo rendimiento, eso sí, supuestamente muy seguros y de fácil sencillez en su operación.
Es importante hacer una distinción entre ahorrar e invertir, ambos son utilizados para acumular dinero basados en nuestro ingresos, la diferencia radica en que el segundo va más allá que el primero, ya que te ofrece un rendimiento superior que el primero gracias a que tu dinero se pone a trabajar para conseguir más dinero.
Si ya que decidiste dar el cambio de pasar de ahorrador a inversionista hay que definir el estilo de inversión que vas a tener, no todos tienen el mismo y estudiar los elementos de diversificación que mejor se adaptan a ti, para así tomar los mejores instrumentos de inversión.
- Estilo de inversión
- Rango de instrumentos
- Diversificación
Cada persona cuenta con su propio estilo de inversión, existen 3 estilos: conservador, patrimonial o de crecimiento.
El primero se basa en esas personas a las que no les gusta tomar riesgos en su inversión, el horizonte de tiempo es corto y se conforman con los rendimientos de una tasa fija, los cuáles son menores al de una tasa variable, sólo que ésta última tiene un riesgo mayor de no ser alcanzada.
En cambio el estilo patrimonial se basa en aquella persona que decide tomar ambos tipos de fondos de inversión diversificando aproximadamente en 45% en fijo y 65% variable ya que está dispuesto a arriesgar una parte mayor de su inversión no a un perfil de crecimiento en donde se corre mayor riesgo y se obtienen mayores ganancias. El nivel agresivo, es para personas que desean tener un rendimiento mayor de sus inversiones basadas en un horizonte a largo plazo (más de.5 años).
Hay de dos tipos: renta fija y renta variable.
Los de renta fija, son aquellos que ya tienen estipulado desde que salen, la tasa que te van a pagar junto con el plazo, por ejemplo pueden ser los pagarés (títulos de crédito en donde te pagan los rendimientos más el capital al vencimiento)y los bonos (son como los pagarés, sólo que pagan rendimientos antes de la fecha del vencimiento los cuales son llamados cupones).
En el caso de la renta variable, podemos encontrar las acciones bursátiles (es comprar una parte de la empresa cuando esté barata y venderla cuando esté cara), ETFs (Exchange Traded Funds, son instrumentos de inversión vinculados a acciones o índices ), derivados ( los cuales sirven para protegernos sobre posibles incrementos en el tipo de cambio o en la variación en tasas), metales (tales como el oro o la plata), commodities (aquí entran todas las materias primas, como por ejemplo el maíz, el trigo, el petróleo, el tomate) e instrumentos estructurados.
Hay un dicho muy común en el mundo de las inversiones «no pongas todos los huevos en una misma canasta», esto significa que debemos de diversificar nuestras inversiones. Por ejemplo, hay gente que tiene su dinero invertido en un terreno, lo cual lo considero buena opción de diversificación de inversión con miras a que espere a que suba de valor y venderlo, o bien construir un bien inmueble para sacarle más provecho.
En caso de que necesite dinero, los terrenos no siempre ofrecen la liquidez inmediata para hacer frente a tus compromisos, algo que la inversión en renta fija sí te ofrece.
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