Continuando con este tema, dentro de las razones por las que puede fracasar una empresa familiar, identificadas quiero hacer hincapié en dos más, que considero de especial relevancia:
a) La falta de liderazgo y preparación de la siguiente generación, la cual se puede provocar debido a una falta de planeación en el proceso de selección del sucesor. Al no existir un plan al respecto, no se desarrolla un programa que vaya preparando al posible sucesor en el entendimiento de las dinámicas de la empresa familiar, así como las reglas básicas que harán que una empresa familiar se mantenga sana y en orden.
b) Otro elemento muy importante es pensar que la formación ofrecida en las universidades, sobre aspectos de negocios, son suficientes para administrar una empresa familiar. Hay muchos principios de negocios que se tienen que revisar a la luz de una empresa familiar, y que no son analizados en un curso de negocios tradicional. Aun cuando parezca trivial el análisis de rentabilidad, por citar un ejemplo, tiene diferentes implicaciones cuando se analiza una empresa familiar y una empresa de inversión pública, ya que los objetivos de una y otra son diferentes.
Operar una empresa familiar tiene un gran valor e implica una gran responsabilidad para los miembros de la familia. Generalmente el fundador espera alrededor de 35 años para empezar a pensar en un posible proceso sucesorio, sin embargo, no siempre se prepara adecuadamente para hacerlo. Algunos empresarios visualizan el proceso de sucesión como desprenderse de un proyecto, cuando en realidad es entregar el cuidado de los recursos familiares a la persona más apta para mejorarlos en beneficio de todos. En este paso, es de crucial importancia que el fundador tenga claro un plan de retiro, en el que decida qué hará una vez que se haya completado el proceso de sucesión.
De esto comentaremos en la siguiente entrega.
Fuente: The globe and mail: 10 reasons why family businesses fail