Como hemos dicho anteriormente, el posicionamiento de tu marca es la situación exclusiva y estratégica de la marca en el contexto competitivo en el que opera.
Cuando una compañía nace y ya está la naturaleza del negocio definida, uno de los planteamientos que hay que hacerse es qué queremos ser dentro del sector en el que vamos a operar y cómo queremos ser percibido por el que va a ser nuestro consumidor.
Para asegurarnos que el posicionamiento de tu marca es adecuado, al definirlo, debemos hacernos las siguientes preguntas:
¿Resulta suficientemente diferenciador a largo plazo? ¿Y defendible?
¿Logra crear un vínculo emocional fuerte con el consumidor?
¿Cómo se posicionan las marcas de la competencia?
¿Es relevante para nuestros públicos objetivo dicho posicionamiento?
¿Ayuda a crecer a la marca en aquellos segmentos en los que todavía no está presente?
El posicionamiento de tu marca debe verbalizarse en una Idea de Marca que recoja su esencia a través de una frase breve…
de esta manera ayudaremos a las distintas audiencias a las que nos dirigimos a comprender mejor el posicionamiento de tu marca y sus implicaciones.
El posicionamiento es la parte de la proposición de valor que comunicaremos activamente, este, siempre debe construirse sobre los beneficios que aporta nuestra marca que son diferenciales respecto a la competencia.
Ejemplos de posicionamiento son:
Duracell: “Y duran, duran, duran…”
Comercial Mexicana: “¿Y tú? vas al súper o a la comer”
Danonino: “Chiquito pero sabroso”
Sabritas: “No puedes comer solo una”
Pinol: “Pinol, Pinol, aromatiza, limpia y desinfecta”
Chocolates M&M: “Se derriten en tu boca, no en tu mano”
Es importante recordar que:
- El posicionamiento está en la mente de los consumidores, no es un voluntarismo ni una intención.
- Para conocer mi posicionamiento actual debo investigar a mis consumidores.
- El posicionamiento siempre es respecto a la competencia. De poco me vale una posición en la que no sea el número uno.
- Hay que posicionarse en variables que sean ganadoras. Si no las conozco, las deberé investigar. La pregunta es ¿qué le aporta valor a mi cliente? Una vez lo conozco: ¿puedo alcanzar una posición sólida, ganadora y defendible en dicha variable?
- El cliente es cambiante y la competencia agresiva. Periódicamente debemos revisar nuestro posicionamiento para ver su vigencia y tomar las medidas correctoras adecuadas.
- El posicionamiento debe ser activamente comunicado, en cualquier manifestación de la empresa hacia el mercado. No es una cuestión de presupuesto, es una cuestión de foco y método.