Hacer un uso apropiado de los estados financieros no es simplemente un capricho académico o una moda, es una obligación y una necesidad que toda empresa debe desarrollar para brindar la información adecuada y pertinente a todas las personas que puedan estar interesado en el desarrollo de las operaciones de la empresa.
También es importante conocer que cada usuario de la información financiera analiza diferentes aspectos de la empresa o negocio.
Las entidades financieras buscan conocer si la empresa está en capacidad de pagar las obligaciones financieras en las que desee incurrir para su crecimiento, expansión o financiación, por otro lado, los accionistas buscan conocer el flujo de caja de la empresa a fin de obtener rendimientos positivos al final de cada periodo.
Por lo anterior, y con el fin de facilitar el análisis de esta información, las PYMES deben organizar su información financiera acorde a las necesidades o requerimientos de sus grupos de interés.
Esta información debe presentarse acorde a los estándares de la contabilidad y manejar una estructura que facilite su lectura y comprensión.
Como mínimo, toda empresa debe contar mensualmente y dentro de las fechas estipuladas con los siguientes estados financieros:
- Balance General: Muestra cómo están distribuidos los bienes de una empresa en activos, pasivos y capital.
- Estado de resultados: Muestra ingresos y egresos en un periodo determinado.
- Estado de cambios en la situación financiera: Este estado financiero muestra los cambios de una empresa en cuanto a la distribución de sus recursos económicos, así como en sus obligaciones y su capital.
- Estado de cambios en el capital: muestra los cambios existentes en la integración del capital contable, tal es el caso de incrementos en el capital social, utilidades acumuladas, dividendos pagados, etcétera.
Es importante tener en cuenta que existe una relación entre el balance general y el estado de resultados que consiste en que del estado de resultados se obtiene la utilidad o pérdida del ejercicio que forma parte del balance general en su capital contable.
El análisis financiero es una herramienta que se puede utilizar acorde a las necesidades de información que se tengan en un momento dado. El análisis financiero puede hacerse de forma vertical y horizontal dependiendo de los objetivos del análisis.
Si hacemos un análisis vertical estaremos trabajando con estados financieros de un mismo año y nos permitirá conocer la situación comparativamente mes a mes.
Por otro lado, un análisis financiero horizontal permite analizar estados financieros de varios años y comparar meses o períodos equivalentes en periodos de tiempo más extensos.
El análisis financiero también es útil para conocer los signos vitales o indicadores fundamentales de una empresa tales como: liquidez, rentabilidad, productividad y capacidad de endeudamiento.
Estos significan:
- Liquidez: Es la capacidad que tiene la empresa de generar dinero en efectivo para cumplir con sus obligaciones exigibles en el corto, mediano y largo plazo.
- Productividad: Corresponde a la eficiencia con que la empresa utiliza sus recursos disponibles.
- Rentabilidad: Mide la cantidad de recursos generados a partir de las inversiones realizadas.
- Endeudamiento: Mide la capacidad de la empresa de incurrir en deudas para apalancar su carga financiera. Una vez se ha realizado el estudio de los indicadores antes mencionados, se debe realizar la interpretación de los mismos generando como resultado una opinión profesional respecto a la situación financiera de la empresa.
Este ejercicio de análisis debe realizarse, preferiblemente, con herramientas de software que permitan llevar a cabo los cálculos aritméticos y financieros de forma ágil y sencilla.
Si su empresa PYME no cuenta con un aplicativo de software especializado con esta funcionalidad, no se preocupe, Clickbalance es una herramienta que puede apoyarte en calcular la información de manera automática.
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