Si crees que ha llegado el momento de cambiar tu situación económica y tu vida en general, tendrás que seguir unos cuantos pasos, no porque se diga aquí, sino porque llegas a estar convencido/a de que estos pasos son absolutamente necesarios para reducir los gastos en tu futuro.
Tienes que desear cambiar realmente tu situación y tener la firme voluntad de reducir los gastos de dinero, tiempo y energía para ser más feliz.
En realidad, aquí no influye mucho la causa por la que crees que tu vida necesita un giro importante, tanto en materia económica como de actitud.
La razón podría ser una causa externa, de fuerza mayor, pero también podría ser una causa interna, porque sientes que las compras que estás realizando son desmedidas o están fuera de lugar y no te aportan la supuesta felicidad que tú esperabas conseguir a través de ellas.
El primer paso que te recomiendo es:
Conciénciate de la prioridad en tu vida actual y concéntrate en ella.
Ordena los siguientes datos según tus inclinaciones y no pierdas nunca de vista lo más importante para ti. Como mucho, puedes subrayar cinco puntos. De estos cinco deberías elegir uno solo como primordial.
No vale la pena gastar dinero, tiempo o energía en asuntos que no te aportan gran cosa en este momento. Con el paso de los años, y a medida que se van cumpliendo tus proyectos, es normal que tus deseos y prioridades vayan cambiando, pero debes evitar la dispersión. Ya sabes: “El que mucho abarca, poco aprieta.” Una cosa después de la otra.
Hagamos el siguiente ejercicio para reducir los gastos:
1.- Subraya cinco puntos de la siguiente lista de objetivos. Lee esta lista varias veces a conciencia y sé sincero/a contigo mismo/a. Aquí sí que vale la pena perder algo de tiempo. Estos cinco objetivos constituirán tu “plan de vida“ para el futuro cercano.
2.- Luego ordénalos según su importancia. El primero debería ser el objetivo más importante para ti ahora, en este mismo momento. Ese será tu “proyecto prioritario“ para el presente.
- Imagen personal, la estética.
- El dinero y otros bienes para asegurarte el futuro.
- Los estudios.
- Comunicación verbal o escrita.
- Los viajes, las aventuras.
- La vivienda.
- Una persona de la familia natal.
- Los hijos presentes o futuros.
- Creatividad.
- Las diversiones, el juego.
- Salud.
- El trabajo, la profesión.
- La pareja, el amor.
- Vida social.
- Vida sexual.
- Investigación.
- La sociedad que te rodea, la política.
- Los propios proyectos.
- Amigos.
- Tranquilidad, la paz.
- Espiritualidad, alguna religión.
- Caridad, la beneficencia.
Para hacer medianamente bien las cosas, cualquiera de estos puntos exigiría mucho esfuerzo, dedicación y tiempo. Son muy pocas las personas que consiguen realizarse en todos los sectores de la vida. Generalmente hay que sacrificar unos cuantos o incluso muchos apartados para conseguir lo que más nos importa, incluso reducir los gastos.
Naturalmente puedes especificar tus deseos, como, por ejemplo, hacer lo apropiado para tener una buena salud, encontrar el amor, conseguir un trabajo adecuado, realizar bien y con éxito tus actividades, conseguir el dinero y el tiempo para reformar tu vivienda, etc.
Demasiada gente dice que quiere hacer o tener algo concreto, pero sus actos no son coherentes, porque van en dirección contraria. Y luego se extrañan cuando no consiguen sus objetivos.
Como las cosas no suelen caer del cielo, tú tendrás que preparar el terreno y hacer todo lo posible para que salgan. Si pretendes viajar a Asia, no viajes a Sudamérica. Si pretendes comprarte una vivienda, no gastes tu dinero en otras cosas. Si pretendes tener éxito en tu trabajo, no te dediques a la vida ociosa.
Si pretendes estar tranquilo/a y solo/a para estudiar, no pierdas el tiempo con gente que no te aporta nada. Si pretendes encontrar una pareja estable, no busques una persona inestable en el sitio equivocado. Si pretendes tener amigos, no te encierres en casa y no trates mal a las personas, etc.
Una vez que tengas bien clara tu prioridad actual, puedes dar el siguiente paso para reducir los gastos en tu día a día.
