Con el propósito de inspirarle a iniciar su viaje de la innovación y ayudarle a visualizar los beneficios que puede obtener con ella, analicemos el caso de Natura, una de las empresas más innovadoras de América Latina.
Natura es un fabricante de origen brasileño, pionero en el sector de los cosméticos, fragancias y productos de higiene personal, con operaciones en siete países de América Latina y en Francia.
Los líderes de esta empresa han hecho de la innovación una de sus prioridades estratégicas, tal como lo expresan en su visión de la innovación:
“En nuestra esencia se encuentra la búsqueda continua de mejoras. Nosotros creemos que al perseguir constantemente la innovación, promoveremos el desarrollo de los individuos, nuestra organización y la sociedad.
Creemos en un concepto amplio de la innovación, donde esta permea todas las áreas del negocio, nuestra ciencia y tecnología, nuestros conceptos y productos nuevos, nuestras estrategias de negocio, nuestros sistemas de administración y relaciones externas.”
Natura ha creado una visión compartida sobre la innovación, a lo largo y ancho de la compañía, y ha diseñado una infraestructura organizacional adaptada a dicho objetivo. Esa visión contribuye a que la innovación sea una prioridad alta para cada empleado y para su cadena de abastecimiento, incluyendo grupos de productores rurales.
Así, Natura se transformó en uno de los mayores inversionistas en investigación y desarrollo de Brasil, contribuyendo a realizar innovaciones muy rentables en el uso de recursos naturales, por nombrar un ejemplo.
La innovación le ha permitido a Natura hacer crecer sus ventas durante los últimos cinco años a una tasa anual de 73%, un crecimiento con el que muchas empresas de la región (y el mundo) apenas se atreven a soñar.
En resumen, una empresa que ha sistematizado la innovación tendrá mayores niveles de crecimiento y contará con una ventaja competitiva sobre sus rivales.
Sus clientes serán más leales, atraerá gente más talentosa a la empresa, así como mejores proveedores y aliados estratégicos con quienes hacer negocios. Tendrá una cultura que promueva la adaptación constante al cambio, y la velocidad para aprovechar las oportunidades.
¿Se atreve usted a iniciar el viaje de la innovación en su empresa?
La mayoría de los directivos actuales comprende que la empresa que no innova se queda rezagada en un abrir y cerrar de ojos. Además, la crisis económica nos hizo recordar lo importante que es innovar para asegurar la supervivencia del negocio.
Desarrollar una capacidad sostenible de innovación continua tiene que ser forzosamente un proceso liderado por el más alto nivel de la empresa. Sin el involucramiento y el compromiso total de la alta gerencia, no hay posibilidad de que la empresa adquiera la capacidad de innovar con el ritmo y la consistencia que los tiempos demandan.
Desde mi punto de vista, el dilema de las empresas no es si innovar o no innovar. El verdadero reto es cómo innovar más rápido que la competencia; cómo lograr que la innovación sea un proceso sistemático, en lugar de un acto de azar, una chispa que salta de vez en cuando en la mente del dueño o un gerente visionario, o un esfuerzo heroico de alguna persona.
El primer paso es definir la estrategia de innovación, de manera que su empresa tenga claro dónde desea innovar. Luego, se definen los procesos de innovación que le ayudarán a lograr sus metas y las métricas que usará para evaluar los resultados del proceso.