El uso de Ratios Financieros en tu empresa.

Ratios

El uso de la técnica de ratios financieros para analizar las finanzas de tu empresa consiste en relacionar diferentes elementos o magnitudes que puedan tener una especial significado.

El ratio es una relación significativa del valor de dos elementos característicos de la gestión o de la explotación de la empresa. Los ratios son, en muchos casos, números relevantes, proporcionales, que informan sobre la economía y marcha de la empresa.

Lo que en definitiva se busca mediante el cálculo de ratios financieros “es conocer de forma sencilla, a partir del balance, el comportamiento futuro de la empresa, cuyo comportamiento se escalona en el tiempo, de ahí su carácter fundamentalmente cinético, siendo pues, necesario hacer intervenir factores cinéticos, o sea, ajenos al balance, y, sobre todo, de las cuentas de resultados”.

Los ratios deben utilizarse con prudencia y ordenadamente como una primera aproximación del análisis. Han de ser sustanciales y significativos. A tal efecto que deben ser:

  • Sencillos, ya que si no, son difícilmente utilizables.
  • Racionales. Debe haber una relación de causa efecto entre los dos términos de la relación, ya que evidentemente sería posible establecer infinidad de ratios gracias a múltiples.
  • combinaciones de las partidas del balance, de los documentos anejos o de las estadísticas de la empresa.

  • Poco numerosos; sobre todo si están destinados a la dirección de la empresa.

Los ratios se pueden clasificar:

  • Por su origen: Internos y externos.
  • Por la unidad de medida: De valor y de cantidad.
  • Por su relación: Estáticos, dinámicos y mixtos.
  • Por su objeto: De estructura financiera, de estructura de capital; de liquidez y solvencia, de actividad comercial y de rendimiento económico.

Los ratios internos, también denominados de intraempresa, son los que se refieren a la propia empresa, pero calculados con relación a períodos distintos. Los externos o de interempresa son los que pertenecen a empresas del mismo sector económico.

La interpretación de los ratios no se puede hacer de forma mecánica.

Un ratio por sí solo carece de significado, adquiere su máxima validez cuando se le compara con un estándar interno o externo. Los primeros se obtienen de los datos reales convenientemente corregidos y ajustados. Los externos son los que corresponden otras organizaciones análogas y con situación parecida.

Ante la dificultad de hallar varias empresas que puedan compararse en el plano técnico-comercial, se impone elaborar patrones o muestras por cada grupo de ratios que posibiliten caracterizar las diferencias de organización y gestión.

La comparación interempresa deberá hacerse con el mayor número posible de empresas, aunque con las lógicas reservas, dado que pueden existir diferencias en las técnicas contables aplicadas.

En todo caso, procede emplear ratios-tipo que son los correspondientes a las empresas que presentan situaciones determinadas y consideradas como mejor dirigidas. Los ratios piloto pueden ser sustituidos por un ratio-medio que exprese la situación de aquellas empresas que presentan situaciones semejantes.

Para su determinación puede utilizarse la media aritmética o mejor la mediana, para evitar una nivelación arbitraria.

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