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El juego de Ganar-Ganar que deben aplicar todas las empresas

ganar

Cualquier proyecto de negocio, oportunidad de servicio o simplemente nuestra dinámica vida ordinaria puede estar basada en un esquema inteligente en el que procuremos que los demás jueguen a ganar al igual que nosotros.

Si jugamos el juego de la vida procurando un beneficio mutuo (ganar-ganar), jugamos de forma inteligente.

No todos juegan de esa forma, los hay que, por el contrario, que juegan a beneficiarse a sí mismos a costa de los demás… se benefician perjudicando a los demás en aras de su propio beneficio particular.

Éste es un juego malvado en el que egoístamente alguien se puede aprovechar de los demás creyendo que así se alcanza el éxito y la prosperidad, los malvados, sin embargo, levantan resentimiento en su contra que eventualmente se pueden convertir en reacciones violentas de cualquier nivel.

Por otro lado, tenemos a las personas que juegan juegos tontos en los que todos pierden; tanto ellos como los demás, realizar las cosas de una forma tonta sin pensar, sin comprender, sin entender la lógica del beneficio que debe existir es riesgoso para todos porque los tontos son esencialmente impredecibles.

Los malvados, al menos, sabemos que buscan su beneficio propio pero los tontos son totalmente incomprensibles y ante ellos estamos totalmente desarmados.

Finalmente tenemos a los ingenuos que juegan un juego en el que siempre pierden porque creen que eso es ser bueno en la vida. En la cultura occidental muchas personas han recibido una educación cristiana-católica y han entendido que sacrificarse es lo correcto, sacrificarse y perder es el camino de la salvación, de tal manera, que toleran que los demás los pisen pensando que eso los hace ser buenos.

Pero eso no los hace ser buenos, los hace ser ingenuos, los malvados que se dan cuenta de su ingenuidad se aprovecharán, por eso, dos personas pueden realizar un mismo negocio en una misma zona, con un mismo producto o servicio pero estar jugando juegos distintos, juegos ganar-ganar(inteligente), ganar-perder(malvado), perder-perder(tonto) y juegos perder-ganar(ingenuos).

Los resultados van a ser muy diferentes por la forma en la cual se construye o se destruye la satisfacción, tanto para los demás como para sí mismo.

La peligrosidad de un juego malvado o de un juego tonto aumenta cuando el que realiza este juego ocupa un cargo de autoridad en alguna o empresa. Un malvado con poder o un tonto con influencia y capacidad de decisión son un verdadero peligro para las personas involucradas en sus proyectos ya que son capaces de hacer mucho daño a los demás.

Finalmente, es preciso señalar que existe un quinto grupo de personas que están en el centro de todos los juegos porque o bien no juegan o bien los juegan todos de una forma poco clara.

A veces juegan con inteligencia, a veces tontamente, a veces con malicia y a veces con ingenuidad pero no acaban de definir un estilo propio sino que se dejan llevar por las circunstancias. A este quinto grupo lo vamos a llamar los tristes y los vamos a colocar en el centro.

Si usted actualmente es parte de una empresa, es empleado, usted puede distinguir el grado de inteligencia de su entorno laboral y si ocupa un cargo de autoridad en él, ábrase a una mejora continua porque no solamente la calidad de vida de sus subalternos está en juego sino también la de usted mismo y sobretodo la supervivencia laboral en este mundo de cambios tan rápidos y constantes.

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